La Clara eternidad
Amigos de steemit, sigo recopilando cuentos e historias que en algún momento escribí.
Estas historias me hacen recordar etapas vividas y resultan agradables de compartir.
Fuente Pixabay
Para Clara la forma más intensa de sentirse libre, era atesorar sus recuerdos, revivirlos en colores y atrapar cada suspiro exhalado ayer para respirarlo de nuevo y sentir aquella fragancia que llenaba los días de su juventud.
No era nostalgia, ella tampoco pensaba que aquel tiempo fue mejor, solo fue su tiempo, su despertar, su crecimiento emocional y descubrirse a sí misma.
Clara permanecía sentada en un pequeño jardín evocando su pasado, mientras sus nietos correteaban alrededor cantando y disfrutando de la brisa de la tarde. Ella los observaba de lejos cuando uno de sus dedos rozó la pequeña cicatriz que tenía en el dorso de la muñeca derecha.
En ese momento recordó un detalle que la hizo sonreír. Se trataba de una historia dentro de otra historia. Tenía que ver con una pequeña navaja que le regalo su abuela. La llevaba siempre consigo, reluciente y protegida dentro de un estuche de piel. En conjunto todo era excesivamente pequeño, igual que ella, cuando apenas contaba catorce años. ¿Qué podía hacer una niña de esa edad con una navaja aunque fuera de miniatura?
La guardó en su bolsa del colegio, junto a los lápices y los chicles, muy cerca del diario en el que guardaba sus secretos más íntimos.

Una tarde al salir del colegio un compañero, al que consideraba su mejor amigo la invito a pasear por el parque. Era una tarde fresca y agradable, los arboles se mecían al compás del viento y el silencio envolvía el espacio con una grata sensación.
Clara recordaba que se acostó sobre un tronco en la grama y cerró los ojos respirando paz y sintiendo sobre su piel el calor de los rayos de sol.
Aún con los ojos cerrados percibió una sombra le tapaba el resplandor de la tarde, quería abrirlos pero a la vez deseaba no hacerlo, quería descubrir a esa sombra, no quería dejarla ir.
Muy leve, casi como un suspiro la sombra se posó en sus labios. Ella solo pudo contener la respiración y disfrutar de la dulzura de aquella delicada caricia.
Su amigo de vida y sin tiempo le propuso que inmortalizaran aquel momento haciendo un pacto infinito. No se les ocurrió otra cosa que convertirse en hermanos mezclando su sangre. Al principio Clara se sentía atemorizada y dudó, pero confiaba plenamente en él. Recordó entonces la navaja que le dio la abuela y tras una pequeña incisión mezclaron sus sueños, su sangre y sus emociones. El pacto funcionó a la perfección, su hermano eterno es aún su amigo, los años los han llevado a través de diferentes caminos pero siempre coinciden, están ahí, el uno para el otro incondicionalmente. Comparten vida y esencia bendita para siempre.
Hoy Clara no recuerda donde fue a parar la navaja, con el tiempo ha de haber caído en manos de alguna otra niña romántica, sellando pactos de vida para la eternidad.

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Agradezco que hayas llegado hasta aquí.


2 Replies to “La Clara eternidad”
Con tal de seguir una suave brisa de amistad llega el amor…
Gracias por tu comentario. Tan tierno como aquella juventud.